Con el descenso de las temperaturas, llegan también los famosos virus y los molestos mocos. ¡Con lo bien que estamos en otras épocas del año! Los mocos son secreciones que se producen cuando hay una inflamación de las vías respiratorias superiores. La causa más común de este aumento de mucosidad son los resfriados producidos por virus, como el rinovirus, que es el más frecuente.

Es desesperante ver cómo los peques empiezan con los mocos y parece que no los sueltan hasta la primavera. Los incomodan, dificultan su respiración, y afectan su sueño y alimentación. ¿Cómo aliviar los mocos? ¡Los lavados nasales son la mejor herramienta para despejar la nariz del niño y ayudarlo a sentirse mejor!

Tipo y cantidad de suero

Para los lavados nasales existen dos tipos de suero: el fisiológico, recomendado en resfriados leves, y el hipertónico, más efectivo en congestiones marcadas. Si necesitamos arrastrar moco de la parte anterior de la nariz, usaremos más cantidad de suero con un flujo constante. Para hidratar el moco de la parte posterior, usaremos menos cantidad y lo aplicaremos con poca fuerza, evitando desplazar el moco hacia los oídos.

¿Debemos aspirar los mocos?

A pesar de lo que podría parecer, no se recomienda aspirar los mocos, ya que esto puede aumentar la inflamación nasal, resecar la cavidad y hasta dañar el oído. Aunque los aspiradores nasales parecen efectivos, su uso constante puede ser contraproducente. Lo que sí es recomendable es la fisioterapia respiratoria infantil, que ayuda a mejorar la respiración del pequeño sin ser invasiva.

¿Cómo hacer el lavado nasal?

Cuando el bebé ya controla la cabeza y el tronco, generalmente a partir de los tres o cuatro meses, es mejor hacer los lavados con el niño sentado en nuestro regazo, con la cabeza inclinada hacia delante. Si el bebé es más pequeño y no controla la cabeza, lo recostaremos sobre una superficie plana mirando hacia arriba, con la cabecita de lado. Introducimos el suero por la nariz que queda más arriba y repetimos en el otro lado.

Los lavados se harán a demanda, especialmente antes de comer y dormir, para que el bebé esté más cómodo.

¿Y si el bebé traga suero durante el lavado nasal?

¡No pasa nada! Es normal que el bebé trague un poco de suero durante el lavado nasal, especialmente si es muy pequeño. Esto no es peligroso y no debe preocupar a los padres.